CON LA MASCARILLA ES MÁS DIFÍCIL IDENTIFICAR A QUIENES ESTAMOS INVESTIGANDO

Hoy nos visita una detective privada, pues queremos conocer de cerca su trabajo, y sobre todo saber cómo ha afectado el confinamiento y la nueva normalidad a su labor diaria.

Sabemos que algunos se han puesto al servicio del Ministerio de Sanidad para ser rastreadores del contagio del coronavirus, y localizar a las personas que forman las cadenas de contagios de la COVID-19. Además los detectives han descubierto bajas laborales o incumplimientos de custodias compartidas.

Hay cerca de 5.000 detectives acreditados en el Estado; un 30 % de ellas son mujeres. Nos visita una de ellas: Arantza Busto, del despacho de Detectives Investigaciones Privadas NOR, de Donostia.